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viernes, 24 de noviembre de 2017

Técnicas de estudio: Lectura comprensiva

17:35
Técnicas de lectura 

Ya han visto la importancia de contar con el desarrollo de un buen plan de trabajo que organice de manera eficiente el tiempo dedicado al estudio. Aquí verán que si a ese recurso le suman una buena lectura de los textos, los avances en el desarrollo de hábitos de estudio eficaces serán notorios.

 Los expertos consideran que entre un 80 y un 90 por ciento de la información que recibimos nos llega a través de la lectura, por lo cual, independientemente de queesté o no enfocada al estudio, es indispensable convertirse en un buen lector.
 La lectura no es una actividad neutra, involucra al lector y a una serie de relaciones complejas con el texto.
La pedagogía, ciencia que se dedica al estudio de la educación, aborda como uno de sus objetos de interés los procesos de enseñanza y aprendizaje de la lecto-escritura, las dificultades que entraña y las habilidades que resultan necesarias para una lectura eficaz.

Desde los primeros jeroglíficos dibujados hace cinco mil años hasta el desarrollo del libro digital al que asistimos actualmente, la lectura ha pasado por distintas etapas, persiguiendo siempre un mismo objetivo: decodificar el significado que un texto escrito intenta trasmitir.

La lectura no es una actividad pasiva, en cuanto es el lector quien completa el sentido del texto escrito al relacionarlo con saberes anteriores. Nunca un mismo texto escrito significa lo mismo para dos lectores. Pero si además la enmarcamos en los procesos de aprendizaje y, concretamente, en los procesos de estudio, la lectura es el medio más utilizado para la adquisición de conocimientos, es decir: enriquecer la visión de la realidad, aumentar la capacidad de pensamiento y facilitar la capacidad de expresión.


La lectura es una de las vías de aprendizaje del ser humano más antigua y juega un papel primordial en el trabajo intelectual. En los procesos de estudio, la lectura se vuelve mucho más activa y equivale a pensar, a relacionar, a comprender.

 En ese sentido, saber leer significa identificar las ideas básicas, captar los detalles más relevantes y relacionarlos con saberes previos. Si bien existe una gran cantidad de técnicas de lectura, veremos aquí algunas de ellas para detenernos finalmente en la lectura comprensiva, que es a la que realmente nos interesa apuntar.


Técnicas convencionales 


Comenzaremos por mencionar algunas técnicas convencionales de lectura, cuyo objetivo es maximizar la comprensión.
Entre ellas se encuentran la lectura secuencial, la lectura intensiva y la lectura puntual.

  •  La lectura secuencial es la forma común de leer un texto: el lector lee desde el principio al fin, sin repeticiones u omisiones. 
  • En la lectura intensiva, el objetivo es comprender el texto completo y analizar las intenciones del autor. 
  • No es un cambio de técnica, sino de la actitud del lector: analiza el contenido, la lengua y la forma de argumentación del autor. 
  • En la lectura puntual, el lector solamente lee los pasajes que le interesan. 
  • Esta técnica sirve para absorber mucha información en poco tiempo. 

Técnicas enfocadas a la velocidad de la lectura 

La velocidad en la lectura normal depende de los fines, y su unidad de medida se expresa en palabras por minuto (ppm).
Existe un parámetro aproximado de acuerdo con el fin que se persigue al utilizarla:

  • Para memorización: menos de 100 ppm 
  • Lectura para aprendizaje: 100-200 ppm 
  • Lectura de comprensión: 200-400 ppm 
  • Lectura veloz: informativa: 400-700 ppm de exploración: más de 700 ppm
La lectura veloz es útil para procesar superficialmente grandes cantidades de texto, pero no asegura un nivel mínimo de comprensión. Cada texto requerirá de nosotros diferentes niveles de atención –y por consiguiente, los leeremos con mayor velocidad, o más cuidadosamente–: textos con una carga conceptual grande, y de una materia que no nos es familiar nos exigirán una lectura más atenta. Entre las técnicas de lectura que buscan mejorar la velocidad, están la lectura diagonal y el scanning. 

Analicemos brevemente cada una de ellas:
En la lectura diagonal el lector solamente lee pasajes especiales de un texto, tales como títulos, la primera frase de un párrafo, palabras acentuadas tipográficamente (negritas, bastardillas), párrafos importantes (resumen, conclusión) y el entorno de términos sustanciales, tales como fórmulas (2x+3=5), listas (primer, segundo,...), conclusiones (por eso) y términos técnicos (costos fijos).

Se llama lectura diagonal porque la mirada se mueve rápidamente de la esquina de arriba a la izquierda a la esquina de abajo a la derecha. De ese modo es posible leer un texto muy rápidamente a expensas de detalles y comprensión del estilo. Esta técnica es usada especialmente al leer páginas web. 

Por su parte, el scanning es una técnica para buscar términos individuales en un texto, basada en la teoría de identificación de palabras comparando sus imágenes. El lector detecta a modo de imagen una palabra clave en el texto y después mueve la mirada rápidamente sobre el texto buscando dicha palabra clave.

Lectura comprensiva

Ya vieron algunas técnicas específicas de lectura, ahora repasemos algunas actitudes generales a tener en cuenta cuando lean para estudiar: 
  • Centrar la atención en lo que se está leyendo, sin interrumpir la lectura con preocupaciones ajenas al libro. 
  • Tener constancia: el trabajo intelectual requiere repetición e insistencia. 
  • Mantenerse activo ante la lectura. Es preciso leer, releer, extraer lo importante, subrayar, esquematizar, contrastar, preguntarse sobre lo leído con la mente activa y despierta. 
  • No adoptar prejuicios frente a ciertos libros o temas a leer. Esto posibilita profundizar en los contenidos de forma absolutamente imparcial. 
  • No quedarse con la duda cuando en la lectura aparecen datos, palabras, expresiones, cuyo significado desconocen. Esto bloquea el proceso de aprendizaje. Por tanto, busquen en el diccionario aquellas palabras que no conozcan. 
Cuando la lectura incorpora todas estas consideraciones y apunta a ser una herramienta de estudio, se convierte en lectura comprensiva, ya que busca la obtención de una visión analítica del contenido del texto, en contraposición con una lectura mecánica. 

La lectura comprensiva tiene por objeto alcanzar la interpretación y comprensión crítica del texto. En ella, el lector no solo decodifica el mensaje, sino que además lo interroga, lo analiza, lo critica y lo incorpora a sus conocimientos.

Lectura comprensiva y lectura mecánica 

La diferencia entre la lectura comprensiva y la lectura mecánica que mencionamos en el punto anterior radica en la actitud que se adopta: una actitud analítica frente a una actitud sintética y general. En el primer caso, existe intención de interpretar el texto con rigor y objetividad, mientras que en el segundo caso, existe simplemente una aproximación al texto, en el que no se profundiza.

La lectura mecánica es la que se desarrolla comúnmente al leer cualquier libro por placer, por entretenimiento, de vacaciones o en cualquier otra situación que no requiera de una especial atención o retención de detalles.

Visto desde otra perspectiva, puede afirmarse que la lectura mecánica y la lectura comprensiva no se excluyen; usualmente antes de enfrentar un texto desde la perspectiva de la lectura comprensiva, el lector lo aborda mecánicamente, por lo que podemos decir que existe entre ambas una relación complementaria. 

En este sentido, la primera lectura que se hace de un texto es una lectura mecánica, general, global para identificar los apartados y las ideas más importantes (ver los títulos, subtítulos, palabras en negrita, ilustraciones). Recién en una segunda aproximación al texto, se introduce la lectura comprensiva.

Mediante la lectura comprensiva de un texto el lector se plantea los siguientes interrogantes: 

  • ¿Qué tema trata? 
  • ¿Cómo lo hace? 
  • ¿Cuál es la importancia de conocer este tema? 
  • ¿Qué sé de este tema? 
  • ¿Conozco el vocabulario? 
  • ¿Cuál o cuáles ideas principales contiene? 
  • ¿Cuál o cuáles ideas secundarias presenta? 
  • ¿Qué tipo de relación existe entre las ideas principales y las secundarias?  
Para una lograr una correcta lectura comprensiva, es fundamental contar con un diccionario donde puedan encontrar la definición de las palabras del texto que desconozcan. Pueden consultar en línea el diccionario de la Real Academia Española.
No pasar por alto los términos desconocidos y buscarlos en el diccionario permite, además de que esos términos antes desconocidos puedan ser incorporados a los saberes con los que cuentan, tener un vocabulario más amplio y más rico, disponer de más de un término para expresar un mismo significado.

En su texto La importancia de la lectura comprensiva, Ana Grant considera que:

Leer comprensivamente es leer entendiendo a qué se refiere el autor con cada una de sus afirmaciones y cuáles son los nexos profundos de los que ni siquiera el propio autor se percató.  

La autora también considera que hay distintos niveles de comprensión. Veamos cada uno de ellos:

  • a) Comprensión primaria: es la comprensión de las afirmaciones simples. En este nivel, suele generar dificultades la falta de vocabulario; simplemente no sabemos qué dice el autor porque no conocemos el sentido de la palabra que emplea. Esto se soluciona fácilmente recurriendo al diccionario. 
  • b) Comprensión secundaria: es la comprensión de los ejes argumentativos del autor, de sus afirmaciones principales, de sus fundamentos y de cómo se conectan las ideas. En este nivel, los fracasos pueden tener por causa la no distinción entre lo principal y lo secundario. Es muy común que el lector se quede con el ejemplo y olvide la afirmación de carácter universal que este venía a ejemplificar. También dificulta la comprensión secundaria la falta de agilidad en el pensamiento lógico. El lector debe captar los nexos que unen las afirmaciones más importantes del texto. Al hacerlo, está recreando en su interior las relaciones pensadas por el propio autor. Esto supone en el lector el desarrollo del pensamiento lógico. Por ello, un escaso despliegue de este tipo de pensamiento dificultará o incluso impedirá la lectura comprensiva en este nivel.
  • c) Comprensión profunda: es la comprensión que supera el texto, llegando a captar las implicancias que el mismo tiene respecto del contexto en que fue escrito, del entorno en que es leído. Esta comprensión implica un conocimiento previo más vasto por parte del lector. Cuanto mayor sea el bagaje de conocimientos con que el lector aborde el texto, tanto más profunda podrá ser su comprensión del mismo. Pueden dificultar el pasaje al nivel profundo de comprensión la falta de cultura general o de conocimientos específicos (relacionados con la materia de la que trata el texto). También obstaculiza este paso la carencia de criterio personal y de espíritu crítico.  
Como ya han visto en el cuaderno 1 de este fascículo cuando hablamos de aprendizaje significativo, para lograr una lectura comprensiva eficaz es necesario que se activen en el lector procesos de relación de conocimientos: lo nuevo debe poder vincularse con algún aspecto de lo ya conocido. Por esto mismo, es muy productivo contar con un amplio “archivo” de conocimientos o saberes previos. Para ello Grant aconseja:

  • Leer periódicamente libros de estudio, de literatura, revistas o diarios. A
  • dquirir más vocabulario, ayudándose para ello con el diccionario (la misma lectura nutre de conceptos al lector sin que este se dé cuenta de ello). 
  • Ejercitar el pensamiento lógico, ya sea mediante el estudio de la lógica o la matemática, los juegos de ingenio o la práctica del ajedrez. 
  • Ampliar la propia cultura general, adquiriendo un conocimiento básico suficiente sobre la historia y sus etapas, sobre la geografía del propio país y del mundo, sobre las distintas ideas políticas y religiosas, etc. 
  • Desarrollar el espíritu crítico, definiendo la propia escala de valores y juzgando desde ella las afirmaciones de terceros.
La lectura comprensiva debe ser una práctica habitual, continua y transversal en el aprendizaje de los contenidos de todas las áreas. La comprensión es una condición para el aprendizaje significativo, por tanto la comprensión de los textos es el primer paso para que los alumnos entiendan, relacionen, asimilen y recuerden los conceptos específicos de cada área
La lectura comprensiva tiene diferentes etapas relacionadas entre sí pero que abarcan distintas áreas del conocimiento y diversas técnicas de ejercitación. Se deben acostumbrar a leer en detalle, a buscar la idea principal y la información específica. Cuanto más practiquen con diferente material –por ejemplo, periódicos y artículos de revistas, propagandas, folletos, instrucciones, cuentos, etcétera– en mejores condiciones se encontrarán. Esto los ayudará a enriquecer su vocabulario, y desarrollará su rapidez para leer.

Al implementarse la lectura comprensiva de la que nos venimos ocupando, se espera que los estudiantes:


  • Comprendan los textos que leen (identifiquen el contexto de enunciación, esto es, la posición enunciativa de los interlocutores, los ejes espacio-temporales, el tipo de texto, el propósito) y las consignas dadas.
  •  Lean para recabar información específica.
  •  Reconozcan las características de los textos (cartas, postales, artículos periodísticos, cuentos, etcétera.). 
  • Comprendan y reflexionen acerca de la distribución de oraciones y párrafos, el valor de los conectores y el uso de los signos indicadores de la puntuación. Tengan en cuenta que la comprensión del texto puede abordarse aun sin conocer todas las palabras que lo constituyen. 
En síntesis, la lectura comprensiva pone en juego el razonamiento y el análisis. La práctica sostenida de este tipo de lectura puede incidir en la ortografía más que todas las reglas ortográficas. Leer es clave para aprender y para estudiar.


 

lunes, 13 de noviembre de 2017

Técnicas de estudio: las Fichas Bibliográficas, los Apuntes, el Subrayado y el Resumen

16:47
Mediante algunos cambios de hábitos que impliquen la organización eficaz del tiempo y una lectura comprensiva de los textos se pueden lograr cambios significativos en los resultados que se obtengan a la hora de estudiar. Pero, además de estos dos aspectos fundamentales, hay algunos recursos útiles que se pueden incorporar y que les servirán para hacer más eficiente su práctica de estudio. Se trata de herramientas que servirán para cualquier materia de estudio y que aumentarán la productividad de lo aprendido. 

Estas herramientas, que algunos autores también llaman métodos, podrían en principio ser clasificadas en dos grandes grupos: por un lado tenemos métodos para organizar el material de estudio y  por el otro métodos para aprenderlo. En el primer grupo se incluyen las fichas tipo bibliográficas. En el segundo, la toma de apuntes, el subrayado, el resumen, el esquema, el cuadro sinóptico y el mapa conceptual.

La finalidad del primer grupo de métodos es registrar, mediante la técnica de la cita, diversos datos y fragmentos de uno o varios objetos de estudio. Con este método se formalizan datos concretos que en una instancia posterior podrán utilizarse, por ejemplo, en informes, monografías, tesis, etc.

 Los métodos para formalizar el material de estudio a través del fichaje suelen ser muy útiles cuando se cuenta con gran cantidad de textos. A través de las fichas, se facilitarán diversos trabajos, como por ejemplo, de relación de autores o temas.

Fichas bibliográficas como herramientas para el estudio. 

Las fichas son la herramienta más adecuada para documentar bibliografía. Tradicionalmente consistían en unidades rectangulares, generalmente de cartón blando, donde se podía registrar cierta información relacionada con un texto, permitiendo de ese modo guardar en forma sencilla algunos datos y comprenderlos mejor. Como en general solían tener un tamaño pequeño, se las podía almacenar en un fichero por orden alfabético, materia, título o autor. Como dijimos, hablamos del formato tradicional de la ficha, pero hoy es posible realizar el fichaje en soporte digital, lo que facilita incorporar material, modificarlo, corregirlo y compartirlo con otros.
Al realizar una ficha bibliográfica deben asegurarse que los datos que registren en ella sirva para identificar con precisión una obra. Por ejemplo, en el caso de que sea un libro, se deben registrar algunos de los siguientes elementos:
  • Autor de la obra.
  • Título. 
  • Título original si es una traducción. 
  • Número de edición. 
  • Lugar de la publicación. 
  • Editor. 
  • Año de publicación. 
  • Número de páginas.
  • Número de volúmenes. 
  • Indicación de tablas e ilustraciones. 
  • Título de la colección o serie, y número de la publicación dentro de la serie. 
Estos elementos los obtienen consultando la portada del libro. Un buen hábito de estudio consiste en realizar las fichas bibliográficas de cada uno de los textos que deben leer para una materia determinada. Esta modalidad no solo sirve para organizar el material de estudio, sino que también ayuda como técnica de repaso, si además de los datos arriba indicados agregan, por ejemplo, palabras claves o temas que trata el texto. Es recomendable efectuar esta tarea una vez leído el material.

Recomendación… 

Pueden utilizar para hacer sus propias fichas bibliográficas  programas como Excel u OpenOffice.org Calc. Es recomendable que armen sus fichas en alguna de estas herramientas, ya que les permitirá establecer columnas y filas con los datos de los textos, ordenarlos alfabéticamente, por fecha o por los rangos que definan. Podrán además pintar las celdas con distintos colores: por ejemplo, de amarillo los textos que traten el mismo tema o de rojo los del mismo autor. Pueden probar las distintas funciones que permite cada programa y adecuarlas a sus necesidades.

Apuntes como herramientas para el estudio.

Otro hábito efectivo para mejorar el rendimiento en el estudio consiste en la toma de apuntes, es decir resúmenes de las explicaciones que da el profesor durante la clase.

Tomar apuntes de forma correcta requiere el desarrollo de una habilidad que puede resultar muy útil como herramienta de estudio. No es registrar todo lo que dice el profesor, sino comprimir lo más importante de cada exposición. Aprender a tomar apuntes los ayudará a incorporar mejor los contenidos de una clase, un curso o conferencia. Hemos destacamos al abordar el tema de la lectura comprensiva cuál es la importancia de adoptar una postura activa frente al texto. Esta misma actitud es la que deberán adquirir a la hora de tomar apuntes, de modo de prestar atención y juzgar continuamente qué es lo más importante entre todo lo que el docente está diciendo.
La técnica de toma de apuntes es valiosa incluso si el apunte no se utiliza con posterioridad, ya que lo más importante es que les permitirá prestar atención y captar el mensaje central de la clase. Ese es el principal objetivo de esta herramienta.


Algunas sugerencias para tomar buenos apuntes: 

  • Indiquen en la parte superior de la hoja la fecha y la asignatura, además de aquellos datos que puedan resultarles útiles (nombre del profesor, tema de la clase). Esto les ayudará a encontrarlos fácilmente cada vez que los necesiten. 
  • Usen títulos y subtítulos para ordenar el material.
  • Pueden utilizar el subrayado, las mayúsculas y las notas al margen para destacar los datos más relevantes. 
  • Si el ritmo de la exposición lo permite, empleen más de un color. Favorece la memorización y evita la monotonía. 
  • La clase no es un dictado para registrar palabra por palabra. Como ya hemos mencionado, los apuntes son una condensación de lo que se dice y no su registro literal.
  • Resuman con sus propias palabras; así establecerán asociaciones entre ideas. 
  • Es conveniente que estén muy atentos a los conceptos significativos y a expresiones que indican la intención de sintetizar, explicar y aclarar ideas básicas por parte del profesor. 
  • También deben poner especial atención tanto al comienzo como al final de la clase, ya que la síntesis de la exposición con que suele iniciarse cualquier tema facilita la comprensión y ofrece una valiosísima idea general. 
  • Es vital que escuchen reflexionando y siguiendo mentalmente el orden expositivo del tema: título, qué se pretende probar, aspectos bajo los cuales se aborda el tema, pasos que se aproximan al objetivo propuesto, conclusión final y consecuencias que se derivan. 
  • En esta escucha activa es decisivo no perder el hilo expositivo. 
  • Es muy importante la rapidez y la concisión. Para ello pueden utilizar una serie de abreviaturas o signos personales, una especie de código que pueda ser interpretado con facilidad y permita limitar la escritura de los apuntes a lo estrictamente imprescindible para una buena comprensión posterior. 
  • En el apunte se deben anotar solo las afirmaciones más importantes del expositor, dejando constancia del hilo conductor de su argumentación. Si en algún momento su discurso se aleja del tema que está desarrollando, se debe dejar de escribir y esperar con atención el momento en el que lo retome.
  •  La prolijidad y presentación del apunte tienen un valor secundario. Sí es indispensable que la letra sea clara y legible. 
  • Para la toma de apuntes es muy útil y práctico utilizar esquemas, cuadros, flechas u otros signos. Ello permite escribir menos y ordenar el contenido de un modo más claro.

Recomendación… 

Una buena forma de incorporar los conceptos dados en clase podría consistir en transcribir los apuntes tomados en papel a sus netbooks. Para ello pueden utilizar un editor de texto como el Microsoft Word (sistema operativo Windows) o el OpenOffice.org Writer (sistema operativo Linux). 

El subrayado como herramienta para el estudio. 


Subrayar es destacar mediante un trazo –líneas, rayas u otras señales– las frases esenciales y las palabras claves de un texto.

 ¿Por qué es conveniente subrayar? 

  • Porque permite llegar con rapidez a la comprensión de la estructura y organización de un texto.
  •  Ayuda a fijar la atención. 
  • Favorece el estudio activo y el interés por captar lo esencial de cada párrafo. 
  • Incrementa el sentido crítico de la lectura dado que a través del subrayado se distingue lo esencial de lo secundario. 
  • Permite repasar lo esencial en poco tiempo. 
  • Es condición indispensable para confeccionar esquemas y resúmenes. 
  • Favorece la asimilación y desarrolla la capacidad de análisis y síntesis. 

¿Qué se debe subrayar?

  • La idea principal, que puede estar al principio, en el medio o al final de un párrafo.
  • Palabras técnicas o específicas del tema estudiado y algún dato relevante que permita una mejor comprensión. 

¿Cómo detectar las ideas más importantes para subrayar? 

  • Son las que dan coherencia y continuidad a la idea central del texto. 
  • En torno a ellas giran las ideas secundarias. 

¿Cuándo se debe subrayar? 

  • Nunca en la primera lectura, porque se podrían subrayar frases o palabras que no expresen el contenido central del material. 
  • Las personas que están muy entrenadas en lectura comprensiva suelen hacerlo en la segunda lectura. Las menos entrenadas, en una tercera lectura. 
  • Se debe subrayar cuando se conoce el significado de todas las palabras en sí mismas y en el contexto en que se encuentran expresadas. 

¿Qué ventajas trae subrayar? 

  • Es un procedimiento rápido que mantiene activo al lector. 
  • Se hace sobre el texto mismo, no hace falta salir de él para implementarlo. 
  • Fija la atención del lector. 
  • Resalta lo más importante y elimina lo accesorio y redundante. 
  • Permite darle una organización y estructura propias a la lectura, de acuerdo al objetivo para el que se lee. 
  • Es el insumo básico para hacer síntesis propias de lo leído. 
  • Facilita el estudio y ahorra tiempo en los repasos. 
  • Hace más sencilla las revisiones antes de los exámenes
El subrayado es una técnica de organización de la lectura que pretende identificar lo más importante y organizarlo con el fin de estudiarlo y aprenderlo. No está separado de la lectura, como otras herramientas que verán a continuación, sino que se desarrolla simultáneamente.

Si se lo adopta como herramienta, puede resultar un recurso muy eficaz, en especial cuando se trata de materias que proponen una gran cantidad de textos que por una cuestión de tiempo difícilmente se puedan volver a releer en su totalidad antes de un examen.   
Para comprobar que se ha subrayado correctamente es aconsejable hacerse preguntas sobre el contenido, y si las respuestas están incluidas en las palabras subrayadas, entonces el trabajo estará bien hecho. Muchos estudiantes no usan el subrayado porque aducen que leer se vuelve más lento. Es cierto. Pero también es indudable que potencia una mayor y mejor comprensión de la lectura, ya que la vuelve una lectura activa.

El resumen como herramienta para el estudio. 


Hacer un resumen consiste en expresar por escrito, de manera simplificada, la información contenida en un texto, utilizando las propias palabras para dar cuenta de aquellas secciones o segmentos que contienen los datos centrales. La información incluida y la omitida en el resumen de un texto revelan aspectos de lo que se ha comprendido y se ha recordado. Desarrollar la habilidad para resumir el contenido de un material es de gran utilidad para la comprensión y el aprendizaje.

 Las fases en el proceso de resumir son las siguientes:

1. Análisis Supone los siguientes pasos: 

a) Lectura rápida del documento original para localizar las categorías temáticas y los párrafos más relevantes.
b) Toma de notas y subrayado de las partes del documento que mejor representen su contenido. 
c) Lectura profunda de las partes fundamentales. 
d) Disociación de lo sustancial respecto de lo secundario. 
e) Omisión de la información que resulte obvia o conocida.

2. Síntesis Involucra las siguientes acciones:

a) Reorganizar y recomponer la información resultante del análisis (ideas principales, métodos). 
b) Releer el resumen para filtrar y depurar la información. 

En pocas palabras, hacer un resumen consiste en realizar una breve redacción que recoja las ideas principales del texto, utilizando el propio vocabulario. Al resumir, es importante que anoten solo lo fundamental. Es aconsejable leer primero un párrafo completo y luego considerar si algún pasaje del mismo merece ser trascripto en el resumen, para entonces copiarlo. 

Como un buen resumen se basta a sí mismo, es de gran importancia que en él queden claras las conexiones que unen las afirmaciones entre sí. De lo contrario, solo tendrán un conjunto de frases textuales valiosas, pero perderán el eje argumentativo.

La principal contraindicación del resumen es el tiempo que insume realizarlo, muy superior al del subrayado. Para resumir, hace falta salir del texto, a fin de anotar en otro soporte las partes subrayadas y elaborar un relato nuevo, más sintético. A ello se suma, en algunos casos, la poca claridad de la letra, cuando no se tiene una buena caligrafía y se escribe de modo apresurado. En estos casos es muy recomendable que, en lo posible, lo hagan en la computadora. Ello les permitirá, además, agregar palabras, borrar, buscar con rapidez una referencia a partir de una palabra o frase, y copiar y pegar pasajes o citas textuales en otros trabajos.



viernes, 10 de noviembre de 2017

Técnicas de estudio: Esquema, mapa conceptual y cuadro sinoptico.

16:25

Repasamos algunas herramientas que pueden ayudarlos a hacer más eficiente su práctica de estudio: apuntes, ficha bibliográfica, resumen y subrayado.
Ahora conoceremos otras herramientas como  el esquema, el mapa conceptual el cuadro sinóptico.

Esquemas como herramienta para el estudio:

El esquema es la expresión gráfica del subrayado, sintetiza las ideas principales y las secundarias del texto. En un esquema se combinan palabras y signos, y estos ocupan un espacio limitado –una carilla, por ejemplo–, así con un solo vistazo se pueden ubicar todos los temas centrales y captar el hilo conductor.

Esta herramienta ayuda a presentar el contenido de un texto o de una unidad, de modo didáctico y simple, facilitando el repaso y  el ordenamiento de las ideas y su interrelación. Al expresar los contenidos que se estudian en forma esquemática se favorece la comprensión y la síntesis de un texto de forma más eficaz. La principal fortaleza del esquema está en que nos permite de forma instantánea obtener una idea general del tema, para así seleccionar y profundizar en los contenidos más básicos y  memorizarlos.

 Los esquemas suelen ser útiles también para las exposiciones orales, como ayuda memoria. Quienes pronuncian discursos suelen contar con esquemas ya sea apuntados en un papel o memorizados.

 En los exámenes orales algunos profesores permiten que sus alumnos elijan el tema con el que abrirán y, si bien no todos, pero si algunos profesores (y sería bueno que los que no, comenzaran a hacerlo), dejan a sus alumnos ingresar con un esquema. Esta técnica es muy valiosa para quienes están por rendir. Si bien juega un poco en contra el tiempo que insume ponerla en práctica, resulta muy útil y efectiva al momento del examen.

Para hacer esquemas de contenido pueden utilizar distintas fuentes y tipos de letra, para destacar las palabras más importantes. También se puede hacer uso de cuadros, símbolos y tablas.

Después del subrayado y el resumen del texto, el esquema está constituido por una serie de palabras significativas que les permitirán reconocer la esencia del texto completo.

Al realizar el esquema, seguir un patrón de diseño, por ejemplo apuntar las ideas principales a la izquierda y las ideas secundarias a la derecha.

Del mismo modo, es conveniente utilizar mayúsculas para señalar los apartados fundamentales y  minúsculas para los elementos de importancia que haya en ellos. Podemos mencionar dos tipos de esquemas:

  • Esquema de llaves: se utilizan llaves gráficas para agrupar las ideas de una misma categoría o importancia.


  • Esquema Ramificado: facilita la visualización de las relaciones entre diferentes conceptos en forma gráfica. 













Recomendación…

 Pueden utilizar un programa para realizar presentaciones, como el OpenOffice.org Impress o el Microsoft PowerPoint –Si se animan, también pueden probar con el programa de edición de gráficos y dibujos OpenOffice.org Draw. Google también tiene un servicio de editores gráficos y de presentaciones en Google Drive.
 Cuando lo tengan diseñado –en papel o digital–, hagan una lectura pausada del esquema junto con el subrayado del texto completo. Es importante comprobar si entienden todo y si hay conceptos repetidos, de modo de eliminarlos del esquema. Como verán, puede ser una herramienta muy útil para el momento de repasar los contenidos estudiados.

Cuadros sinópticos como herramienta para el estudio

 Una herramienta similar al esquema, que se considera incluso como un tipo de esquema, es el cuadro sinóptico. El cuadro sinóptico es una síntesis gráfica que permite ordenar los temas desde los conceptos más generales o abarcativos hasta los más específicos o particulares. El cuadro sinóptico es de gran ayuda para organizar y comunicar la estructura lógica del material estudiado: se facilita la visualización gráfica de categorías y clasificaciones relacionadas entre sí.

Sirve además para aprender una teoría o tema,  desde diferentes autores.  Al ser su principal función contrastar, (mostrar las semejanzas y las diferencias) entre los varios enfoques de un mismo tema o las relaciones entre esos temas.

Los cuadros sinópticos pueden presentarse por medio de llaves que toman la forma de diagramas, o pueden estar compuestos por filas y columnas a manera de tablas. 

Para realizar un cuadro sinóptico, se deben realizar dos pasos importantes:

  • 1. Definir los elementos esenciales del material estudiado. 
  • 2. Representar esquemáticamente las relaciones existentes entre esos elementos. 

 En el cuadro sinóptico no se deben incluir ideas propias, solamente los puntos principales del material, en forma breve y precisa.


Recomendación… 

Para hacer cuadros sinópticos pueden utilizar varias funciones útiles que presenta el programa Word, como cuadros de texto y con la herramienta Insertar/Diagrama. Verán que ofrece varios tipos de cuadros para seleccionar y completar con la información que necesiten. Si no cuentas con Word puedes obtener un complemento para Google Drive hay varios si buscas diagramas. 

Mapas conceptuales como herramienta para el estudio

Un mapa conceptual es una representación gráfica y en forma de esquema del conjunto de relaciones significativas entre los conceptos, jerarquizadas según el mayor o menor nivel de abstracción que presentan.

El primero en desarrollar esta herramienta de estudio fue el investigador estadounidense especializado en los procesos de aprendizaje Joseph Novak, a partir del concepto de “aprendizaje significativo” de David Ausubel,  la idea clave de la teoría de Ausubel es la naturaleza del aprendizaje significativo en contraste con el aprendizaje memorístico. Novak analizó que con frecuencia los alumnos memorizan mecánicamente los conceptos sin relacionarlos con las ideas que ellos ya comprenden.

Partiendo del modelo de Ausubel es que Novak desarrolló el mapa conceptual como estrategia sencilla,  para ayudar a los estudiantes a relacionar y organizar los materiales de aprendizaje. Según con lo desarrollado por Novak, el mapa conceptual contiene tres elementos fundamentales: conceptos,   proposiciones y palabras enlace.


  •  Los conceptos: Son los acontecimientos y objetos. No incluyen los nombres propios, verbos, adjetivos o fechas. Existen algunos conceptos que refieren a elementos concretos, es decir, que se nos presentan como observables y palpables (casa, escritorio), y otros que corresponden a nociones abstractas, intangibles aunque existan en la realidad (democracia, Estado).
  • Las proposiciones: forman la unidad semántica que consta de dos o más conceptos unidos por las palabras enlace. Tienen valor de verdad, ya que afirman o niegan algo acerca de los conceptos. 
  • Las palabras-enlace: son los términos que se utilizan para unir los conceptos y mostrar el tipo de relación que hay entre ellos. Pueden ser preposiciones, conjunciones, adverbios, en general, son todas las palabras que no son conceptos, pero que sirven para establecer relaciones entre ellos, de modo de poder armar una oración. Ejemplo: para, por, donde, como, entre otras. 

Al utilizar estos tres elementos, se pueden generar proposiciones y conceptualismos que luego deberán combinar y organizar en modo de gráfico para confeccionar el mapa conceptual. 

En resumen, los mapas conceptuales son esquemas organizados de tal manera que reflejan las relaciones entre las ideas y los conceptos que están siendo analizados.

 Así como un mapa de rutas conecta diferentes lugares, los mapas conceptuales relacionan significados e información. Pero, a diferencia de un mapa de rutas, el mapa conceptual jerarquiza esas ideas. Los conceptos más representativos se ubican al inicio, en los estratos superiores, dentro de un óvalo, mientras que los ejemplos se colocan en último lugar, sin enmarcar.

Un correcto mapa conceptual debería permitir al lector leer libremente –subir y bajar, ir de derecha a izquierda, o viceversa– visualizando las relaciones entre todos los conceptos.

El mapa conceptual es una herramienta muy eficaz para el estudio, porque ayudan a hacer más evidentes los conceptos principales que se deben aprender, y a su vez permiten establecer las conexiones entre los nuevos conocimientos y los que ya se poseen.

El ejercicio de elaborar un mapa conceptual fomenta la reflexión, el análisis y la creatividad. Son, en este sentido, herramientas muy útiles de asociación, interrelación, discriminación, descripción y ejemplificación de contenidos.

 La elaboración de mapas conceptuales les permitirá:
  • Organizar de forma lógica y estructurada los contenidos de aprendizaje, los mapas conceptuales son herramientas útiles para elegir, extraer y separar la información importante de la información superficial. Además ayudan a interpretar, comprender e inferir información a partir de la lectura realizada.
  • Integrar la información en un todo, estableciendo relaciones de subordinación e interrelación
  • Desarrollar ideas y conceptos por medio de un aprendizaje interrelacionado,  pudiendo precisar si un concepto es en sí válido e importante y si hace falta establecer enlaces, y si se debe investigar y profundizar en el contenido.
  • Insertar nuevos conceptos en la propia estructura de conocimiento. 
  • Organizar el pensamiento.
  • Expresar los conocimientos ya propios acerca de un tema y añadir los conceptos nuevos. 
  • Organizar todo el material de estudio. 
  • Fijar el contenido de material en la memoria gracias al uso de imágenes y colores.
Se puede definir el mapa conceptual como un resumen esquemático de los temas a estudiar

Un resumen, ya que solo contiene las ideas más importantes de un mensaje, tema o texto. 

Un esquema, porque es una representación gráfica; se simboliza fundamentalmente con modelos simples (líneas y óvalos) y pocas palabras (conceptos y palabras enlace), colores, líneas, flechas (conexiones cruzadas). 
Si bien la confección de mapas conceptuales tiene múltiples beneficios, si no se cuenta con los conocimientos previos pertinentes para el manejo de la información presentada en el material, la elaboración de un mapa conceptual puede tener sus riesgos: 
  • Puede terminar siendo una representación gráfica ilógica y arbitraria producto del azar y sin una estructuración correcta. 
  • Que no se evidencie la relación de lo más general a lo específico.
  • Que los vínculos entre conceptos sean confusos e impidan encontrarle sentido y orden lógico al mapa conceptual. 
  • Que los conceptos estén aislados, que no se dé interrelación entre ellos.

¿Cómo hacer un mapa conceptual? 

Se deben seguir los siguientes pasos básicos para crear un mapa conceptual: 
  1. Identificar, y elaborar una lista de las ideas o conceptos principales y las ideas secundarias. Esa lista debe mostrar el orden en que los conceptos se van presentando a través de la lectura, pero no cómo están conectados, ni el orden de inclusión que llevarán en el mapa. Recuerden que, si bien un autor puede tomar una idea y expresarla de diversas maneras a lo largo de su discurso –para aclarar o enfatizar algunos aspectos –, en el mapa no se repetirán conceptos ni será necesario respetar el orden de aparición que tienen en el material leído.
  2. Determinar qué conceptos derivan de otros. 
  3. Seleccionar los conceptos que no deriven del otro, pero que tienen una relación cruzada, es decir que no siguen una relación lineal como en el texto de origen.
  4. Si encuentran dos o más conceptos que tienen la misma importancia o jerarquía, registrarlos al mismo nivel, o sea en la misma altura,  luego estableceremos cuál es su relación con las ideas principales. 
  5. Utilizar líneas que conecten los conceptos, y escribir sobre cada línea una palabra enlace que aclare de qué forma los conceptos están conectados entre sí. 
  6. Ubicar las imágenes que complementen o le den mayor significado a los conceptos.
  7. Buscar ejemplos que permitan ilustrar los conceptos y/o las proposiciones .
  8. Seleccionar colores para establecer diferencias entre los conceptos que se derivan unos de otros y los relacionados (conexiones cruzadas). 
  9. Definir las figuras en las que se incluirán los conceptos (óvalos, rectángulos, círculos, nubes) de acuerdo a la información a manejar. 
  10. Finalmente, construir el mapa, ordenando los conceptos de forma tal que se correspondan con el conocimiento que hemos organizado y con una secuencia instruccional. No olviden que los conceptos deben ir representados desde el más general al más específico, en orden descendente, y utilizando las líneas cruzadas para los conceptos o proposiciones interrelacionadas.
Al ser producto de una reflexión y una relación con conocimientos previos –tal como supone el aprendizaje significativo– a partir de un mismo texto o tema pueden elaborarse mapas conceptuales distintos, todos ellos válidos y correctos. No hay un mapa conceptual unívoco y definitivo. 
En este sentido, tal como lo plantea el mismo Novak, el mapa conceptual se constituye en un instrumento útil para negociar significados. La realización de mapas conceptuales de manera grupal promueve la negociación de significados. Es una actividad creativa y de integración que puede ser utilizada también en el aula.



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