Blog con informaciòn para educadores y profesores.

Header Ads

domingo, 28 de febrero de 2016

Innovación Educativa. Recursos y Tics para implementar en el aula

17:11
Implementar las Tics en las aulas no siempre es fácil ni sencillo, para los educadores, primero por la falta de recursos disponibles y segundo muchas veces por propio desconocimientos de los recursos que se pueden explotar. Para los alumnos por la falta de material tecnológico del que valerse. 
Pero no todo está perdido y como dice el refrán si no avanzas te estancas, si como educador no estás sacando provecho de la enorme posibilidad didáctica que tienes para hacer tus clases más dinámicas y entretenidas para los alumnos, corres el riesgo de atrasarte y atrasar tu clase.
Hoy en día prácticamente todos los niños tienen acceso a un dispositivo para acceder a internet o a contenido digital. Si trabajas en alguna zona donde no sea fácil el acceso a internet puedes recurrir a contenido digitalizado descargandolo en alguna web del colegio y luego compartirla en la clase.


Tips prácticos para introducir las Tics en el aula:

Seguramente estarás preguntándote como puedes hacer para "modernizar" tus métodos educativos.

Es muy fácil, puedes llevar a cabo tu clase normalmente y dar la posibilidad a tus alumnos de ampliar los conocimientos del tema aprendido con videos que encuentres en youtube o que crees tú especialmente, Infografías didácticas, incluso hay apps y juegos muy interesantes para que los chicos aprendan mientras juegan (Age Mitology les ayuda a aprender de mitología griega, egipcia y nórdica; Army Men para los más chicos aprenden a contar, sumar y restar, incluso el popular minecraft que los chicos adoran les ayudan a aprender a escribir ya que tienen que elegir entre varias opciones de elementos y van deletreando en el buscador. O cualquier juego de rol que esté en idioma inglés les ayuda a comprender esta lengua)


Si quieres innovar aún más la enseñanza puedes recurrir a la nueva técnica de Flipped Classroom, donde los chicos ven el contenido teórico en la casa, a su ritmo y de forma más dinámica, y luego en el aula el profesor se dedica a acompañar la parte práctica del aprendizaje, evaluar y disipar dudas. Este enfoque tiene sus pro y contras, sus pro es que cada niño aprende a un ritmo diferente y muchas veces las horas cátedra no alcanzan para completar un tema en clase, otro pro es que en la casa tienen más recursos como pueden ser los videos o el material interactivo que podamos aportarles. La contra es que no siempre en las casas tienen el momento, la concentración y la constancia para sentarse a aprender.


Para más información:


Recomendamos que bajen las guías en formato Ebook -pdf con guías que comparten en la web:

Son realmente un lujo. Podemos encontrar recursos, ideas y muchos enlaces a webs realmente importantes hay ebooks con recomendaciones para materias como matemáticas, lenguaje, ciencias sociales y naturales y para la gestión educativa en general.


Como ejemplo dejaré unas webs con recursos para materias como Lenguaje y literatura:

El Proyecto Odisea es una propuesta multimedia e hipertextual sobre la obra clásica de Homero. Uno de los mejores ejemplos de como las nuevas tecnologías pueden ayudar en el aula.

http://miraloquetedigofce.blogspot.com.ar/ “biblioteca parlante de distribución nacional”. Mirá lo que te digo es un proyecto de extensión de la Universidad Nacional de Entre Ríos en conjunto con otras instituciones. Con un formato simple de blog y un sistema de etiquetas sencillo para navegar, ofrece una serie de audios que van desde micros radiales hasta grabaciones originales de poetas y escritores, pasando por programas radiales de archivo, como “La radio con botas”, emisión española de la década del `90 cuyo locutor era Joan Manuel Serrat.

https://vimeo.com/imaginantes/videos Con economía de recursos, aprovechados en su máximo potencial, invita al encuentro con un escritor, un artista plástico, un pensador, un poeta, un cineasta
https://literaturaquesuena.bandcamp.com/ Literatura que suena, músicos argentinos se unen para poner sonido a los clásicos de la literatura...
https://www.geogebra.org/materials Accede gratuitamente a más de un millón de actividades, simulaciones, ejercicios, lecciones y juegos para matemáticas y ciencias!
Ficticia, comunidad literaria, santuario de la imaginación. El visitante va paseando por el mapa y puede ir al cementerio, al hospital, a la iglesia y descubrir los diferentes relatos.
El poder de la palabra ofrece un territorio virtual vasto y muy bien guiado.
Fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes 
El espacio web de la Biblioteca Nacional es un sitio para perderse con felicidad.
caminarporlaplaya.wordpress.com Fragmentos recogidos: Se pueden encontrar fragmentos literarios extraídos de novelas, ensayos, poesías, también pequeños videos y entrevistas

La Biblioteca Digital Ciudad Seva (ciudadseva.com) es una de las bibliotecas literarias más importantes de Internet
https://ambientech.org/ Material de apoyo para educación secundaria
Vídeos educativos: Canal de Aula 365

lunes, 22 de febrero de 2016

¿Cómo gestionar la inclusión de TICs en la educación?

16:22

PLANIFICANDO LAS ACCIONES A REALIZAR 

La planificación estratégica, enmarcada en la gestión educativa estratégica a la que nos referimos, implica la capacidad de plantear en forma anticipada hacia dónde se dirige o quiere dirigirse una organización; en este caso, hacia dónde quiere dirigir la escuela su proceso de integración de TIC. En este sentido, consideramos al PIID como una herramienta de trabajo que tiene como fin orientar el equipo directivo y docente para estructurar las acciones destinadas a promover la integración de las TIC en las prácticas educativas de la escuela. Es la herramienta central a utilizar en la etapa de planificación 
del Ciclo de la Gestión.

Partes y componentes del PIID 

Como todo plan, el PIID expresa una hipótesis de trabajo que necesita ser corroborada y ajustada permanentemente, a medida que se implementa el plan. Esto implica una forma de trabajo dinámica y flexible entre las instancias que componen el ciclo de gestión presentado en el capítulo 3. 
El PIID está compuesto por tres partes, a saber: Fundamentación; 
Líneas de acción; y Monitoreo y evaluación. Sugerimos que la planificación de estas partes se desarrolle en forma dinámica y flexible. 
Esto quiere decir que el diseño de los elementos que las componen no debe seguir necesariamente un orden lógico y rígido; por ejemplo, que primero se deba especificar en detalle la imagen objetivo para luego especificar el problema a abordar. Consideramos que su elaboración debe estar guiada por el principio de coherencia y correspondencia interna entre las partes: el diseño del PIID puede iniciarse con cualquiera de los componentes de sus partes, para luego avanzar en las otras. Por ejemplo, se puede comenzar por definir el problema y luego, las particularidades de la imagen objetivo.  
A continuación, describiremos los componentes de cada una de las partes mencionadas. 
Primera parte: Fundamentación  
En esta parte se explicitan la imagen objetivo, el problema a abordar, y los objetivos a alcanzar.  


Imagen objetivo

Algunas preguntas disparadoras para reflexionar sobre la imagen objetivo pueden ser:  
¿Cuál es el perfil de egresado que la escuela se propone formar? 
¿Qué características tiene nuestra propuesta educativa en general, y en relación a las TIC en particular, que la diferencian de otras escuelas?  
¿Qué visión tienen los docentes de la escuela sobre las TIC en general y sobre su integración en las prácticas de enseñanza? 


Problema seleccionado 

Desde nuestro enfoque, llamamos problema a una situación objetiva y observable de la realidad institucional que se pretende modificar. Se vincula con algún aspecto de las prácticas de enseñanza o con el proceso de aprendizaje. Es una situación que genera disconformidad y requiere una solución, ya que pone en evidencia la diferencia entre lo que realmente sucede y lo que queremos que suceda según nuestra imagen objetivo.  
Una vez seleccionado el problema, puede ser necesario profundizar la información sobre sus características, con el fin de distinguir los síntomas de las causas. Puede resultar pertinente indagar acerca de los distintos factores y actores intervinientes en el abordaje del problema, como también sus percepciones, creencias, actitudes, posibles obstáculos a tener en cuenta, etc. 
Para llevar adelante esta tarea, resulta necesario utilizar diversas técnicas e instrumentos de indagación empírica. El cuadro que sigue a continuación presenta, a modo de ejemplo, aquellos que son utilizados con más frecuencia para este fin.  
 


 Algunas preguntas disparadoras para identificar el problema seleccionado pueden ser:  
¿Cuál es la situación problemática sobre la que queremos intervenir? 
¿Se encuentra en nuestra área de incidencia?  
¿De qué manera influye en las prácticas de enseñanza de nuestros docentes? ¿Y en el aprendizaje de nuestros estudiantes?  
¿Cuáles podrían ser las causas que originan ese problema?  
¿Cuáles son sus efectos?  
¿De qué manera se interpone entre nuestra imagen objetivo y nuestra situación actual? 
¿Qué información nos brinda la matriz sobre este problema?  
¿Qué tipo de información necesitamos ampliar sobre el problema seleccionado? ¿Qué otros instrumentos nos pueden servir para hacerlo?  

Objetivo general 

El objetivo general expresa el logro al que se pretende llegar, es decir, el resultado que se quiere obtener. En el caso del PIID, expresa de qué manera se pretende modificar el problema seleccionado. 
En cuanto a sus características, el objetivo general debe ser:  
  • Claro: debe expresar lo más clara y objetivamente posible el logro que se pretende alcanzar, a fin de evitar diversas interpretaciones. 
  • Concreto y realizable: es decir, que pueda ser llevados a la práctica.  
  • Medible: formulado de tal manera que el resultado sea tangible. 
  • Evaluable: al finalizar la implementación del plan, debe permitir la comprobación del logro o resultado al que refiere. 

Líneas de acción 

Las líneas de acción se encuentran enmarcadas en el objetivo general y abordan los diversos aspectos o dimensiones involucradas en el mismo. Si bien el desarrollo de las líneas de acción corresponde a la segunda parte del PIID (que abordaremos en el próximo apartado), en esta parte del plan se especifica qué aspecto del problema y del objetivo general aborda cada una. Para esto, sugerimos utilizar como 
referencia para su formulación las dimensiones de análisis propuestas en la matriz de diagnóstico presentada en el capítulo anterior. 
Por otro lado, las dimensiones que se especifican son el punto de partida para la formulación de las acciones que componen cada línea de acción, y expresan logros cuantificables que se pretenden alcanzar a partir de su implementación.  Algunas preguntas disparadoras que promuevan la formulación de las líneas de acción pueden ser:  
¿Qué aspecto del objetivo general se propone abordar esta línea de acción?  
¿Con qué dimensión de la matriz de diagnóstico se relaciona?  
¿Cuál es el fin principal que se propone en cada línea de acción? 

 
 Fuente: http://www.conectarigualdad.gob.ar/noticia/los-ebooks-de-escuelas-de-innovacion-superaron-las-descargas-2775


viernes, 19 de febrero de 2016

Esquema conceptual del proceso de gestión de integración de TIC

15:56

1. Existen cuatro grandes ejes a tener en cuenta para organizar la integración de TIC en las escuelas:  - equipamiento e infraestructura, como condiciones básicas de partida; 
- acompañamiento a los docentes y socialización de las representaciones sobre la inclusión de TIC en la enseñanza; 
- planificación didáctica con inclusión de TIC; 
- implementación y promoción del uso de TIC.
2. El proceso de mejora implica, necesariamente, transitar por etapas de diagnóstico, de planificación, de implementación y de evaluación.  
3. Los cambios se producen gradualmente y paso a paso, pero con planificación de acciones concretas y visión de largo plazo.  
4. La integración de TIC es una oportunidad para revisar el funcionamiento de la escuela y el modo en que se enseña y aprende. 
Hasta aquí hemos intentado introducir nuestras bases para la gestión y la planificación. El proceso de planificación estratégica busca ser recursivo, con múltiples instancias de revisión de lo realizado, a fin de lograr una dinámica de ajustes sucesivos. Esto permitirá afinar cada vez más la mirada y las capacidades que cada institución decida poner en juego. En este sentido, el objetivo último no está solamente en el logro de resultados finales, sino en el desarrollo de capacidades en cada uno de los actores participantes, sean estos equipos de conducción, supervisores e inspectores, o equipos técnicos jurisdiccionales. 
A diferencia de una mirada tradicional de la planificación, optamos por la definición clara de metas, su puesta en juego en el corto plazo, su constante revisión y, sobre todo, el uso de información para la toma de decisiones con respecto a los ajustes que observemos necesarios. Es un proceso que implica la priorización y elección de determinadas opciones sobre otras, que busca “achicar la brecha entre lo que deseamos y lo que podemos” (Gvirtz, Zacarías y Abregú, 2011). 
Pasamos ahora a la segunda parte de este material, donde ofreceremos una descripción detallada de las herramientas y estrategias que proponemos para gestionar la integración de las TIC 
Fuente: http://www.conectarigualdad.gob.ar/



lunes, 15 de febrero de 2016

De la gestión tradicional a la gestión estratégica

15:50
Hoy en nuestras escuelas se planifica y se gestiona. Mucho. Los directores se ocupan de gestionar y monitorear el avance de obras de infraestructura, trámites administrativos y los resultados de
aprendizaje de los alumnos. Al mismo tiempo, en ocasiones nos encontramos con planes institucionales muy elaborados y completos, pero que pocas veces se consultan o revisan.
Se genera entonces la sensación de que la gestión cotidiana “tapa la agenda”, y podemos vernos como un barco en una tempestad, que debe “reaccionar” a los distintos frentes que se nos presentan. Ahora
bien, si nuestro plan nos marca un rumbo general, pero no una propuesta de acciones concretas para la situación en la que nos encontramos, entonces resulta esperable que no lo consultemos en
medio de la tormenta. El problema es que si la tormenta persiste, podemos quedarnos sin elementos para direccionar el barco. En estos momentos es cuando necesitamos mayor claridad con respecto a
dónde nos dirigimos y cómo llegar a destino.
Nos referimos entonces con “gestión tradicional” a esta separación que a veces se da entre nuestra planificación (el plan institucional) y la acción cotidiana. Con la expresión gestión estratégica, nos referimos a un cambio de enfoque, más flexible y más situado. No implica desconocer los imponderables que surgen día a día, sino de contar con las herramientas para sostener el rumbo que buscamos. Consiste en ser capaz, día a día, semana a semana, de responder estas preguntas:
¿hacia dónde vamos?, ¿qué queremos lograr? y ¿cómo podemos llevarlo a cabo?
Ahora bien, ser capaz de responder a estas preguntas requerirá, desde nuestro enfoque, las siguientes habilidades:

  • Aprender a priorizar y focalizar. Sabemos que las necesidades en nuestras escuelas son muchas y de distinto tipo. Pero justamente por eso es que se hace necesario priorizar y localizar. Siempre se debe empezar por algo, y ello puedo implicar postergar muchas otras cosas que también son importantes. El “todo” debe ser nuestra visión, nuestra imagen objetivo a largo plazo, por lo que necesitamos también herramientas que den algún sustento objetivo a la priorización: aquello que resulte más urgente, o más viable de mejorar, o la conjunción de ambos. Y debemos asumir que toda estrategia, toda priorización, implica a su vez una renuncia: hay cuestiones que dejaremos para más adelante (aunque estén en nuestro círculo de preocupación). No significa que las olvidamos, o que renunciamos a ellas en términos absolutos, sino solamente de manera transitoria. Se trata, en definitiva, de reconocer que aunque lo queramos, no somos capaces de hacer todo al mismo tiempo, y por lo tanto ahora nos ocuparemos de esto, luego de aquello, y luego de aquello otro.
  •  Construir equipo y delegar. De la misma manera que no podemos hacer todo al mismo tiempo, tampoco podemos gestionar una institución solos. La construcción del equipo es también un desafío de gestión. Como señala Blejmar (2014), que exista un grupo no equivale a que exista un equipo de trabajo. De allí que este deba ser también un aspecto importante a tener en cuenta.

  • Programar acciones de manera completa y detallada. Algunas veces cuesta salir de la enunciación general de las acciones a realizar. Solemos tener claridad respecto de aquello que queremos llevar a cabo (organización de jornadas, asesoramiento a docentes, etc.) pero no siempre logramos especificar en detalle las tareas, los recursos y los tiempos concretos que implica. Es importante comprometernos, con nuestro equipo, a una serie de acciones que resulten claras para todos: en qué consisten, cuándo se deberían realizar, quién se ocupará de hacerlas y qué se necesita para llevarlas a cabo. Si hemos priorizado y focalizado bien, entonces este listado de tareas debería ser posible. Si vemos que nos excede, habrá que re-focalizar. Esta programación detallada nos permitirá monitorear el avance de las acciones, pensar estrategias alternativas frente al surgimiento de imponderables e identificar obstáculos en el proceso, a fin de evitarlos en oportunidades futuras. 
  • Contar con información a lo largo de todo el proceso. El plan no debe ser inmutable y rígido –lo que llevaría a dejar de tenerlo en cuenta– sino una suerte de “guión para la acción”, que la dirige y encauza al tiempo que resulta flexible: esto implica generar mecanismos para ajustarlo periódicamente. Una de las claves para ello se encuentra en la información: en la medida en que estipulemos claramente a qué le prestaremos atención a medida que avanza el plan (cuáles serán nuestros indicadores de avance), y organicemos los mecanismos para contar con dicha información en tiempo y forma, podremos volver al plan de manera periódica y revisar si avanzamos como pretendíamos o si hay cosas que debemos modificar. De la misma manera en que sería impensable que un capitán conduzca su embarcación sin consultar sus mapas y su propia ubicación de manera constante, un plan sólo nos será útil si contamos también con herramientas para saber a cada momento en cuál de sus etapas nos encontramos. 



  • Algunas claves para orientar la acción

    15:44
    Una primera clave es considerar que, como mencionamos antes, siempre se puede hacer algo. Ya nos estemos refiriendo a la integración de TIC, a mejora escolar o a cualquier otro tema relacionado con las instituciones educativas, si realmente pensamos que “no podemos hacer nada”, entonces seguramente así sea. Si en cambio estamos dispuestos a no caer en una actitud de ese tipo, el
    desafío estará en descubrir qué podemos hacer. Pasamos así de un interrogante general y casi filosófico –“¿se puede hacer algo?”–, a uno más pragmático: “¿qué podemos hacer?”. Dado este primer paso, seguramente surgirán nuevas preguntas: ¿por dónde conviene empezar?, ¿cómo puedo hacerlo?, ¿con quién?, ¿cuándo?... Es decir, cuáles son las estrategias que conviene utilizar.
    Una segunda clave es que la respuesta a la pregunta sobre lo que podemos hacer no tendría que resultar muy amplia o ambiciosa. ¿Por qué?
    Siguiendo una reflexión de Oscar Terán (2006), hay dos actitudes opuestas e igualmente inconducentes en las que debemos evitar caer: la primera es el pesimismo inmovilizante, que suele ser trivial y convocar a la pereza intelectual; la segunda es la del optimismo ingenuo, que tampoco podrá conducirnos a buen puerto, ya que nos impulsa a encarar tareas que luego resultarán imposibles de materializar, con la subsiguiente frustración y angustia que esto produce.
    Podríamos, entonces, asumir una actitud de justa esperanza: estar seguros de que es posible hacer algo, pero que ese algo, en un primer momento, debe ser acotado, focalizado.
    Por ejemplo, ordenar la gestión de los desbloqueos de las netbooks. O generar proyectos interdisciplinarios en primero y segundo año. Poner en marcha alguna de estas propuestas producirá un cambio en la escuela y en el equipo de conducción que, a largo plazo, puede impactar profundamente la realidad institucional. Se trata, en última instancia, de asumir que, así como no es cierto que “no se puede hacer nada”, tampoco “se puede hacer todo”. Por lo menos, no al mismo
    tiempo y todo junto, aunque tal vez sí, de a poco y por partes. De esto se trata, en buena medida, nuestra propuesta.
    Por último, una tercera clave a tener en cuenta tiene que ver con lo siguiente: es necesario hacer el esfuerzo, permanentemente, para preocuparnos de aquello de lo cual podemos ocuparnos. Los ejemplos de “pre-juicios” que hemos listado tienen que ver con cuestiones que, en mayor o menor medida, se encuentran dentro del campo de acción del equipo directivo. Esto obedece a que, junto con el esfuerzo por salir de la tentación inicial del “no se puede hacer nada” para asumir la
    postura de “se tiene que poder hacer algo”, hay un esfuerzo paralelo que muchas veces resulta necesario, que tiene que ver con lo que denominamos como la distinción entre “área de preocupación” y “área de incidencia” (Gvirtz, Zacarías y Abregú, 2011).


    Muchas veces, nuestras preocupaciones se relacionan con cuestiones que están fuera de nuestro alcance directo, más allá de nuestra intención de cambio. No estamos sugiriendo desconocer aquello que nos preocupa, sino hacer el ejercicio de separar las cosas que tienden a “preocuparnos” de aquellas sobre las que podemos “incidir”. Las áreas que nos interesa mejorar pueden ser muchas, pero nuestro tiempo siempre es limitado. Resulta fundamental entonces enfocar nuestras energías en todos aquellos temas sobre los cuales podemos operar, para que de a poco podamos lograr verdaderas mejoras.
    Fuente: http://www.conectarigualdad.gob.ar/

    viernes, 12 de febrero de 2016

    LA INTEGRACIÓN DE TIC: UN PROCESO A GESTIONAR

    15:29
    Tal vez algunos puedan plantear que la idea de una “buena escuela con TIC” como objetivo de las instituciones educativas puede resultar sumamente deseable e interesante, pero difícil de llevar a la práctica.
    Luego de 3 años de trabajo con más de 500 escuelas de distintas provincias del país, desde Escuelas de Innovación sabemos que no se trata de una tarea fácil, pero tampoco imposible, y dedicaremos la
    segunda parte de este material a demostrar de qué manera se puede llevar a cabo.
    Antes de hacerlo, puede resultar oportuno repasar algunos de los “obstáculos previos” o “pre-juicios”
    más comunes que hemos advertido en los espacios de trabajo con directores y vicedirectores,
    asesores pedagógicos, administradores de red, entre otros. “Prejuicios” que buscamos poner en tensión, poco a poco, con propuestas concretas de trabajo a lo largo de los diversos encuentros
    compartidos.
    Pasemos, entonces, a enumerar los más comunes, que tal vez hayamos experimentado muchos de quienes desempeñamos roles de gestión educativa:
    1. “El equipo docente no está capacitado…”
    2. “No tenemos conectividad…”
    3. “No tengo referente tecnológico…”
    4. “El piso tecnológico no funciona…”
    5. “Los alumnos no traen las netbooks, o están todas bloqueadas o rotas…”
    Todas estas afirmaciones tienen implícita una misma conclusión: “…por lo tanto no se puede hacer nada”.
    Si bien estas expresiones probablemente se apoyen en diversas experiencias, razones o fundamentos, queremos ampliar nuestra 1. “El equipo docente no está capacitado…”
    En varias escuelas de Mendoza y de la provincia de Buenos Aires en las cuales se detectaba una necesidad de formación de mayor profundidad para el uso pedagógico de las TIC en las aulas, en primer lugar, se identificaron buenas prácticas en los docentes de la institución, y a continuación, se
    organizaron espacios de socialización o de trabajo en parejas pedagógicas para que esas prácticas comenzaran a ampliarse a otros docentes.
    Es de destacar que, en algunos casos, esta propuesta fue tomada como iniciativa distrital coordinada por los inspectores, lo que permitió socializar y ampliar prácticas a todas las escuelas del distrito.

    2. “No tenemos conectividad…”
    En varias escuelas de Entre Ríos, ante situaciones de falta de conectividad o de que la conexión no fuera lo suficientemente buena como para los alumnos, se comenzó a organizar el uso del servidor escolar con fines pedagógicos. De esta manera, se crearon usuarios para los distintos roles (docentes, alumnos, equipo directivo, administradores) y carpetas para cada sección con permisos definidos para cada tipo de usuario. Así, los docentes podían descargar lo que precisaban desde otro lugar –páginas de internet, archivos de audio, imágenes, etc. – y luego, alojarlo en el servidor para que todos los alumnos pudieran acceder.
    Asimismo, vale la pena mencionar que gran parte de las propuestas pedagógicas del resto de las publicaciones de esta colección (las correspondientes a las áreas académicas) se centran en recursos y aplicaciones disponibles en las netbooks, por lo que no requieren uso de internet.

    3. “No tengo referente tecnológico…”
    En el caso de una escuela de San Juan, el tiempo de dedicación asignada a RTE era muy acotado y, desde el equipo de conducción, veían que no alcanzaba para cumplir con las tareas básicas, sobre todo en relación con la gestión de máquinas bloqueadas y la carga en el aplicativo de Conectar
    Igualdad de las máquinas rotas. Frente a esta situación, se tomó la decisión de que, durante algunas jornadas, el RTE se ocupara de capacitar a la asesora pedagógica y a otra docente en estas tareas, para que pudieran suplirlo cuando él no estuviera.
    En escuelas de Mendoza, Tucumán y Entre Ríos, se formaron capacitaron a alumnos tutores, dos o tres de cada sección, para que aprendieran a desbloquear las máquinas de sus compañeros, liberando así a los responsables técnicos de esta tarea.
    4. “El piso tecnológico no funciona…”
    Tanto en Entre Ríos como en San Juan, hubo escuelas que tenían dificultades con el funcionamiento del piso tecnológico, sobre todo los Puntos de Acceso (APs), lo que imposibilitaba el trabajo en red en las aulas.
    En estos casos, las propias escuelas encontraron una solución enseñando a los docentes a configurar una red local desde la propia netbook, de manera que los alumnos pudieran conectarse a ella e intercambiar archivos con el docente sin necesidad de contar con un AP. Organizaron espacios de
    capacitación interna en distintas franjas horarias para que todos los docentes participaran de acuerdo a su disponibilidad y luego, jornadas con algunos alumnos referentes de cada sección (alumnos tutores) para que ellos aprendieran a hacerlo también y apoyaran al docente en los casos que
    fuera necesario.

    5. “Los alumnos no traen las netbooks, o están todas bloqueadas o rotas…”
    A lo ya comentado en el punto anterior sobre alumnos tutores, se puede agregar la iniciativa, en la provincia de Tucumán, para lograr un “bloqueo cero” y aumentar la presencia de las netbooks en muchas de sus escuelas.
    Además de la capacitación interna a docentes y alumnos tutores, se realizaron acciones de comunicación y concientización a alumnos y familias, de monitoreo periódico de la cantidad de netbooks disponibles y de trabajo con los docentes para que comenzaran a solicitarlas con más frecuencia en las clases.
    A su vez, en varias escuelas de Entre Ríos se organizó el uso de las netbooks adicionales con las que contaba la escuela para que estuvieran a disposición de los docentes como reemplazo para alumnos que tuvieran la suya descompuesta o no la hubieran traído. En algunos casos se instrumentó,
    además, un sistema de “cupos” para que aquellos alumnos que solamente se habían olvidado de llevar la netbook tuvieran un máximo permitido para solicitar este reemplazo, a fin de incentivar que llevaran el dispositivo propio y no utilizaran siempre el proporcionado por la escuela.


    Fuente:
    http://www.conectarigualdad.gob.ar/

    Desafíos actuales para la escuela: nuevos aprendizajes y alfabetización digital

    15:28
    Consideramos que otro de los desafíos que la escuela se enfrenta actualmente es el de la alfabetización digital, es decir, ofrecer a los estudiantes espacios de trabajo en los que, con el acompañamiento del docente, puedan desarrollar aquellos aprendizajes necesarios para
    desenvolverse en forma autónoma en la sociedad del conocimiento.
    Esto implica apropiarse de aquellas habilidades necesarias para el dominio y uso crítico de las TIC. Teniendo en cuenta los aportes de Pessoa y Ribeiro (2012), consideramos que estas habilidades
    indispensables son:
    A) Habilidades para  el uso  instrumental:
    • Implican el dominio técnico de cada tecnología y de sus procedimientos lógicos de uso. Es decir, el conocimiento práctico del software y el hardware.
    B) Habilidades cognitivas para la gestión de la  información y el conocimiento:
    • Adquisición de habilidades cognitivas específicas que permitan buscar información, seleccionarla, analizarla, interpretarla y otorgarle significación.
    • Habilidades que permitan producir nuevos conocimientos y comunicarlos.
    C) Habilidades para el trabajo con otros y las relaciones interpersonales:
    • Desarrollo de habilidades relacionadas con la creación y difusión de textos en diversos formatos (hipertextuales, audiovisuales, icónicos, tridimensionales, etc).
    • Habilidades para poder expresarse a través de formatos multimedia y los lenguajes audiovisuales, que permitan a los estudiantes interactuar con otros a través de entornos digitales.
    • Habilidades para el trabajo colaborativo con otros en entornos virtuales
    Fuente: http://www.conectarigualdad.gob.ar/

    viernes, 5 de febrero de 2016

    Las TIC en la escuela ¿inclusión o integración?

    15:18
    Cuando hablamos de la presencia de las TIC en las prácticas institucionales y de enseñanza en la escuela notamos que, generalmente, se usan en forma indistinta los conceptos de inclusión o
    integración. Pero estos términos ¿son sinónimos? ¿Qué diferencias existen entre ellos?

    La palabra inclusión, según el Diccionario de la Real Academia Española, significa poner una cosa dentro de otra o dentro de sus límites. En este caso, sería introducir las TIC, como un elemento más,
    dentro de las propuestas de enseñanza que ofrece la escuela a sus estudiantes. Podría limitarse, así, a la mera instalación de artefactos, o a la disponibilidad de diversos recursos mediados por las tecnologías. En cambio, integración implica que un elemento forma parte constitutiva de una cosa. Hace referencia a cierta “fusión” de los diversos recursos para producir una síntesis novedosa, algo distinto, original y superador de lo previamente establecido (Castellano, 2010).

    Aplicado a nuestro campo, las TIC serían los recursos constitutivos que se “fusionan” con otros elementos para generar una propuesta superadora en las planificaciones de clase y en las prácticas docentes dentro del aula.
    Por lo tanto, consideramos que estos conceptos no son sinónimos, sino que hacen referencia a diversos momentos de un mismo proceso. Es necesario incluir primero las TIC, para luego poder integrarlas.  Hablar de integración de las TIC, entonces, implica ir más allá de una mera presencia en el espacio escolar y de la utilización instrumental.
    Implica la oportunidad de que las nuevas generaciones se inserten en la cultura digital.

    Así, el término integración resulta superador del término inclusión, porque incluye las reflexiones didácticas obligadas que acompañan un cambio de esta magnitud. No basta con utilizar tecnologías, sino que la escuela asume la misión fundamental de desarrollar en los jóvenes las herramientas cognitivas y las competencias necesarias para transitar el mundo digital, de forma responsable y crítica.

    Ahora bien, ¿por qué integrar las TIC en las prácticas de enseñanza? ¿Qué propiedades o potencialidades nos ofrecen para trabajar con nuestros estudiantes? Consideramos que las más importantes son:

    • Permiten agilizar el relevamiento de la información, su sistematización y publificación, y optimizar su aprovechamiento. 
    •  Ofrecen nuevos canales y espacios de comunicación que posibilitan superar las barreras del tiempo y el espacio escolar, generando nuevas interacciones, tanto horizontales como verticales, entre todos los miembros de la comunidad educativa; 
    • Promueven espacios de construcción colaborativa que posibilitan intercambiar opiniones y conocimientos, construir consensos y trabajar en equipo.
    •  Son recursos y herramientas que permiten enriquecer las prácticas de enseñanza y favorecen nuevos aprendizajes. 


     fuente: http://www.conectarigualdad.gob.ar/

    lunes, 1 de febrero de 2016

    EL DESAFÍO DE CONSTRUIR BUENAS ESCUELAS CON TIC

    15:05

    Los conceptos de justicia educativa y buena escuela en el contexto actual 

    Los conceptos de justicia educativa y buena escuela en el contexto actual Los aspectos descriptos en el apartado anterior nos interpelan acerca del lugar que ocupa la escuela ocupa en la sociedad actual. ¿Cuál es la escuela que deseamos en esta Sociedad del Conocimiento? ¿Cuáles son los conocimientos socialmente valorados que requieren ser enseñados en la escuela? ¿Cuáles son las propuestas educativas que consideramos más pertinentes para lograrlo?
    Seguramente coincidiremos en que la meta es que nuestra escuela sea una buena escuela. Pero en el contexto actual… ¿qué es una buena escuela? ¿Qué aspectos definen hoy una buena escuela? Siguiendo a Gvirtz,S.; Zacarías, I.; Abregú, V. (2011) consideramos que una buena escuela es aquella en la que todos los estudiantes:
    A) puedan  ingresar  sin ser  discriminados. Es decir, una escuela inclusiva e integradora, para que todos puedan acceder, en igualdad de oportunidades, a una educación de calidad. Esta calidad se caracteriza, entre otras cuestiones, por la integración de las TIC en los procesos de enseñanza y de aprendizaje. De esta manera, la escuela da lugar al ejercicio de la justicia educativa.
    B) se gradúen en  tiempo y forma. Una escuela que priorice como estrategia educativa la elaboración de propuestas de enseñanza ajustadas a los requerimientos de los estudiantes según sus necesidades
    y momento evolutivo; de modo que la repitencia no sea la principal estrategia frente a los problemas en el aprendizaje, ya que sus efectos son estigmatizantes y resulta poco efectiva para resolver dichos
    problemas.
    C) continúen con éxito el nivel siguiente de enseñanza. Una escuela que proteja los itinerarios escolares de sus estudiantes, que pueda brindarles aquellas herramientas necesarias para experimentar una trayectoria exitosa.
    D) aprendan cono ci mientos so ci almente  sig ni ficativos. Una escuela que promueva, en sus estudiantes, el desarrollo de habilidades que les permitan convertirse en ciudadanos capaces de ejercer sus derechos y desempeñarse con éxito en la sociedad actual.
    E) disfruten del conoci miento y puedan a plica rlo a nuevas situaciones. Una escuela que ofrezca a sus estudiantes la posibilidad de adquirir y ejercitar diversas capacidades para resolver problemas de la vida cotidiana, de modo que progresivamente puedan desenvolverse en forma autónoma en la sociedad. Las competencias TIC forman parte del conocimiento socialmente significativo; y su integración en la enseñanza puede mejorar el rendimiento académico e incrementar el disfrute por el
    aprendizaje.
    Cabe aclarar que esta concepción de buena escuela es “un punto de llegada”, es decir, un horizonte hacia el cual dirigir nuestras acciones y propuestas de mejora para acercarnos progresivamente a este
    escenario buscado. Será necesario reconocer el “estado actual” de nuestra escuela para poder reconocer los desafíos que debemos afrontar. En este sentido, creemos que es importante que el director pueda atender a tres dimensiones vinculadas con la gestión, que enunciamos a continuación. Proponemos también una serie de preguntas para promover la reflexión acerca de cada una de ellas:
    1. Evolución de las trayectorias escolares
    • ¿Qué curso tiene más ausentes?
    • ¿Cuántos alumnos repiten, por curso y año escolar?
    • ¿Cuántos alumnos abandonan el sistema educativo, clasificados por curso y año escolar?
    • ¿De qué manera las TIC colaboran en el seguimiento de las trayectorias escolares de los alumnos?
    • ¿Cómo se podría optimizar la disponibilidad de la información?
    2. Rendimiento académico de las trayectorias escolares
    • ¿Qué áreas disciplinares tienen más alumnos desaprobados?
    • ¿Cómo aprovechar las TIC para promover el acceso a nuevos conocimientos?
    • ¿Cómo usar las TIC para que los estudiantes aprendan más, mejor y de formas innovadoras?
    3. Condiciones necesarias
    • ¿En qué estado se encuentra la infraestructura de la escuela?
    • ¿Con qué recursos didácticos cuenta?
    • ¿Están todos esos recursos disponibles para ser utilizados?
    • ¿Todos los alumnos cuentan con netbooks en condiciones para ser
    utilizadas?
    • ¿Cuáles son las condiciones necesarias para garantizar el uso
    pedagógico de las TIC en las aulas?
    • ¿De qué manera podemos gestionar estas condiciones desde la
    institución?

    Como vimos anteriormente, es importante que una buena escuela pueda garantizar a todos sus estudiantes el acceso a las TIC, en el marco de la justicia educativa. Es decir, garantizar no sólo igualdad de oportunidades para el acceso a las Tecnologías de la Información y Comunicación, sino también ofrecer propuestas de enseñanza que promuevan el desarrollo de capacidades cognitivas necesarias para el uso crítico de estas tecnologías. De esta manera, la escuela se presenta como un espacio clave para la reducción de la brecha digital puesto que facilita el desarrollo de habilidades necesarias para la plena participación de todos los estudiantes en la sociedad del conocimiento.
    Fuente: http://www.conectarigualdad.gob.ar/ 

    Adbox