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viernes, 24 de abril de 2020

8 buenas razones para aprender idiomas extranjeros


¿Cuáles son las razones para aprender un idioma extranjero? ¿Realmente tenemos que dominar otros idiomas? ¿Cuáles son las verdaderas virtudes de aprender idiomas extranjeros?

1. Viaja fácilmente

Para viajar a un país extranjero, comprender bien las instrucciones, comunicarse con las personas que conozcan, no perderse nada de la visita guiada e incluso comprender el menú del restaurante... sin duda, aprender un idioma extranjero, mejor, dominar varios - ¡significa tener un pase para el mundo!

2. Conoce gente nueva!

Para conocer gente nueva en un país extranjero, hablar su idioma es un facilitador obvio. ¡Y tu pequeño acento podría incluso complacerlos mucho!
En cuanto a los extranjeros que desean venir a España, podemos aconsejarles que aprendan al menos algunas palabras de nuestro idioma para conocernos mejor, ¿verdad?

3. Abre tu mente a la cultura del país

"Estudiar otro idioma no es solo aprender otras palabras para significar las mismas cosas, sino también aprender una formadiferente de pensar sobre esas cosas" - Flora Lewis.
Aprender un nuevo idioma, naturalmente, nos lleva a interesarnos por la cultura a la que está vinculado. Por lenguaje, entendemos así una forma completa de pensar, de considerar el mundo visto desde esa región del planeta. Aprendemos cómo se puede vivir de manera diferente, descubrimos otros hábitos, otra gastronomía... Especialmente si la experiencia de aprendizaje se da a través de la inmersión lingüística.

4. Sal de las ideas preconcebidas

Los miedos, las ideas preconcebidas, los estereotipos nos llevan a permanecer en la ignorancia. Al aprender un idioma y, por lo tanto, una cultura, nuestra visión del país cambia, se vuelve más refinada y realista.
La enseñanza de un segundo idioma a los niños de la escuela primaria, o incluso en el jardín de infantes, tiende a desarrollar una mayor tolerancia hacia los "extranjeros" y, por lo tanto, facilita su desarrollo en una sociedad globalizada.

5. Desarrolla tu paciencia

Aprender un segundo idioma lleva tiempo. Este ejercicio intelectual tiende a desarrollar paciencia y perseverancia, características que son cada vez más raras (y apreciadas) en una sociedad que busca vivir en "tiempo real".

6. Un activo profesional

El dominio de uno o más idiomas modernos es un activo innegable en la búsqueda de empleo. Dominar la pareja español-inglés, español-francés, etc; es una gran puerta para una carrera en toda Europa. Para los profesionales, hablar, incluso leer y escribir, en otro idioma, ofrece una ampliación sustancial de su mercado potencial.
Diariamente, en las empresas, leer en un idioma extranjero (en particular en inglés) le permite beneficiarse de fuentes documentales mucho más amplias y, por lo tanto, desarrollar sus habilidades, su conocimiento, incluso para brindar una visión diferenciadora a sus clientes.

7. Desarrolla tus habilidades cognitivas

Al parecer, el aprendizaje de idiomas mejora nuestra salud cognitiva (flexibilidad, velocidad intelectual, mejor capacidad analítica).
En particular, un estudio reciente del "Journal of Neuroscience" que se centró en el bilingüismo demuestra una mayor flexibilidad intelectual, permitiendo a las personas bilingües realizar tareas cognitivas más rápido y más fácilmente que otros.

8. Retraso del envejecimiento

Según un estudio empírico, los ancianos que hablan uno o más idiomas extranjeros tienen más habilidades cognitivas (inteligencia, capacidad de lectura, estado de alerta) que otros.
Otro estudio estadounidense realizado en 450 personas, la mitad de las cuales eran bilingües desde la infancia, parece mostrar que desarrollan trastornos de Alzheimer en promedio cuatro o cinco años más tarde que los demás.

Entonces, ¿aprender idiomas extranjeros nos haría mejores?

Los lingüistas, traductores-intérpretes, amantes de los idiomas, viajes y culturas; sin duda responderán "¡SÍ!  Sin duda el interés por los idiomas a menudo revela un interés por los demás, sus culturas y, por lo tanto, por personalidades más humanistas. ¡Pero cuidado con las generalidades que en ningún caso pueden aplicarse sistemáticamente!

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