Una gestión educativa de calidad postula que el sistema de una institución es vital para el rendimiento del personal.
En el momento de las crisis, el marco de calidad aconseja un enfoque sistémico, ya que es el sistema el que, en su mayoría, es la principal fuente de problemas. El marco de calidad presta especial atención a los procesos que producen servicios deficientes. Se trata de una gestión integral y cooperativa, por lo que está en contra de gestionar cada componente como si estuviera separado de los demás y advierte de los pasos que enfrentan a la persona con el sistema y con otras personas. En la microgestión se ignoran los procesos y las personas adquieren una importancia indebida. Un microlíder adopta generalmente la política de "divide y vencerás", de modo que los trabajadores se burlan unos de otros.
La gestión de calidad cree en la responsabilidad personal, pero va más allá de ese concepto para considerar las responsabilidades especiales de quienes gestionan para obtener un rendimiento óptimo del sistema. Una preocupación proactiva por la forma en que las personas responden a las acciones de los gestores es crucial para el éxito de la gestión de calidad, por lo que la teoría hace hincapié en la necesidad de que los gestores comprendan los principios elementales de la psicología, la estadística y el análisis de decisiones para analizar las realidades del terreno durante algún proceso de toma de decisiones/interacción.
En la microgestión, hay un abismo entre los pensamientos, las palabras y los hechos del líder. Un microgestor manipula a las personas/situaciones para obtener un rendimiento óptimo, de modo que éste es inestable y volátil. El rendimiento constante de los estudiantes/profesores es un requisito inevitable de las instituciones educativas, por lo que la microgestión significa el fracaso.
Lograr buenos resultados con los medios correctos
La ley de causalidad es un fenómeno universal de la vida. La ley afirma categóricamente que un resultado se basa inevitablemente en algún antecedente, es decir, existe una dualidad medio-final. Los medios son antecedentes; son la condición previa necesaria para los fines. Un fin puede materializarse a través de un medio correcto o incorrecto. La vida humana se enfrenta repetidamente al dilema del medio correcto frente al medio incorrecto. A veces, un fin se vuelve inalcanzable, aparente o realmente, a través de medios correctos, por lo que los medios suelen estar compuestos por los que se esfuerzan. Por ejemplo, el beneficio es un fin esencial para la viabilidad institucional; puede lograrse a través de medios erróneos como la búsqueda de rentas, los sobornos, la manipulación de los profesores y la manipulación de los alumnos.
La gestión de calidad propone un marco sabio de medios y fines para la materialización de los objetivos. En la microgestión, los medios no son decisivos durante el proceso de realización de los objetivos, por lo que los medios se ven comprometidos de vez en cuando. La microgestión es irrisoria con respecto a la ley de causalidad, por lo que genera desconfianza entre las partes interesadas y acaba fracasando.
Se suele decir que la justicia retrasada es justicia negada y que la justicia apresurada es justicia enterrada. En el ámbito institucional, la dilación o la precipitación son dos grandes amenazas que perturban el rendimiento institucional, de vez en cuando. La microgestión es incapaz de hacer frente a estos problemas debido a un pensamiento no sistémico. La solución está en el pensamiento sistemático hacia la eficiencia del tiempo / la eficiencia de la información, estos factores son herramientas vitales de la gestión de calidad contra la prisa o la procrastinación.
El usuario final de un servicio es siempre decisivo para la supervivencia de la institución. Los padres son decisivos para la existencia continua de la institución educativa. La gestión de calidad da la debida importancia a las exigencias de todos los padres, especialmente de los padres responsables. En cambio, la microgestión sólo da importancia a los padres reactivos y acomodados. La situación no es sostenible, por lo que la institución acaba fracasando.
Elementos del marco de calidad
Una institución es un acuerdo contractual de individuos interdependientes para realizar algunas metas y objetivos; funciona bajo la dirección de algún líder. Las instituciones son múltiples, tanto cuantitativa como cualitativamente, y multilaterales, tanto operativa como estructuralmente. La orientación de una institución determina su curso de acción. Por ejemplo, un grupo específico de algunos individuos asimilados para proporcionar conocimientos y moldear el comportamiento de los niños dan forma a las escuelas, la escuela es una institución social. Del mismo modo, podemos observar innumerables instituciones sociales, económicas y políticas que funcionan en una sociedad moderna. Una institución que funcione bien necesita algunos factores de éxito/indicadores de rendimiento.
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